Acaba de terminar, hace unos días en Durban (Sudafrica), la reunión que tienen los jefes de estado para intentar ponerse de acuerdo sobre la reducción de emisiones contaminantes, causantes del aumento del efecto invernadero en nuestro planeta. Es de pena o de vergüenza más bien. Otra vez salen con un acuerdo de mínimos y sin cumplir los acuerdos ya fimados. Llevan desde 1997 que se firmó el protocolo de Kioto, donde se acordó el compromiso de reducción, marcando prórrogas y aplazamientos para incumplirlo con distintos argumentos. Para colmo, el país más contaminante del planeta, EE.UU sigue aún negándose a firmarlo.
Tenemos que saber que los principales causantes del aumento del efecto invernadero, son gases que se producen a causa del uso de energías fósiles, petroleo, carbón y gas. También debemos conocer que una cuestión a tener en cuenta, con respecto a los compromisos que se marcaron los gobernantes de los países industrializados, en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, es que la energía nuclear queda excluida de los mecanismos financieros de intercambio de tecnología y emisiones asociados al Protocolo de Kioto. Es evidente que el lobby pronuclear estuvo pendiente cuando se firmo Kioto, ya que si es verdad que no emite los gases causantes del efecto invernadero a la atmósfera, también es verdad que si tenemos en cuenta todo su proceso de producción, desde la obtención de los minerales radiactivos que se usan, su procesamiento y residuos que generan, nos dejan una hipoteca altamente peligrosa durante miles de años. Por lo que no debemos dejarnos convencer que la energía nuclear es una energía limpia ni barata.
La mejor de las predicciones, que los científicos nos decían entonces en 1997, para el crack del petroleo, donde se produciría la quiebra de producción y unos precios inasumibles del barril, estaban en el 2050. Actualmente con la incorporación de los países emergentes (China-India-Rusia-Brasil y el sudeste asiático básicamente) al ritmo de consumo y crecimiento que tenemos, bajan la fecha de el crack al 2015. Si no cambiamos de rumbo en nuestra manera de consumir la energía, al final de este siglo necesitaremos cinco planetas como el nuestro.
La respuesta, como no, la tenemos en una mirada humilde y responsable a la madre naturaleza. esta nos enseña con infinidad de ejemplos que para una existencia vital plena no hace falta el derroche ni por supuesto dejar en herencia residuos no asimilables para el equilibrio biológico de nuestro planeta, del cual formamos parte.
Hace falta que nosotros cambiemos nuestra filosofía de vida y nuestras costumbres, deberíamos decrecer en el consumo, y el que hagamos debemos hacerlo de una manera responsable y eficiente, apostar por el consumo local (bajaríamos nuestra huella ecológica) y sobre todo cambiar la balanza del valor individual y apostar por el valor de lo colectivo.
Por otro lado el avance tecnológico nos proporciona ya otras fuentes de energía, bastante más limpias, éstas son las que se obtienen del sol, el viento, el calor procedente del interior de la tierra, las mareas, la biomasa, etc., en definitiva, las llamadas renovables. Ya existen estudios serios de como sustituir nuestro consumo energético y basarnos 100% en renovables, este es uno de ellos : energia 3.0
Tenemos que saber que los principales causantes del aumento del efecto invernadero, son gases que se producen a causa del uso de energías fósiles, petroleo, carbón y gas. También debemos conocer que una cuestión a tener en cuenta, con respecto a los compromisos que se marcaron los gobernantes de los países industrializados, en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, es que la energía nuclear queda excluida de los mecanismos financieros de intercambio de tecnología y emisiones asociados al Protocolo de Kioto. Es evidente que el lobby pronuclear estuvo pendiente cuando se firmo Kioto, ya que si es verdad que no emite los gases causantes del efecto invernadero a la atmósfera, también es verdad que si tenemos en cuenta todo su proceso de producción, desde la obtención de los minerales radiactivos que se usan, su procesamiento y residuos que generan, nos dejan una hipoteca altamente peligrosa durante miles de años. Por lo que no debemos dejarnos convencer que la energía nuclear es una energía limpia ni barata.
La mejor de las predicciones, que los científicos nos decían entonces en 1997, para el crack del petroleo, donde se produciría la quiebra de producción y unos precios inasumibles del barril, estaban en el 2050. Actualmente con la incorporación de los países emergentes (China-India-Rusia-Brasil y el sudeste asiático básicamente) al ritmo de consumo y crecimiento que tenemos, bajan la fecha de el crack al 2015. Si no cambiamos de rumbo en nuestra manera de consumir la energía, al final de este siglo necesitaremos cinco planetas como el nuestro.
La respuesta, como no, la tenemos en una mirada humilde y responsable a la madre naturaleza. esta nos enseña con infinidad de ejemplos que para una existencia vital plena no hace falta el derroche ni por supuesto dejar en herencia residuos no asimilables para el equilibrio biológico de nuestro planeta, del cual formamos parte.
Hace falta que nosotros cambiemos nuestra filosofía de vida y nuestras costumbres, deberíamos decrecer en el consumo, y el que hagamos debemos hacerlo de una manera responsable y eficiente, apostar por el consumo local (bajaríamos nuestra huella ecológica) y sobre todo cambiar la balanza del valor individual y apostar por el valor de lo colectivo.
Por otro lado el avance tecnológico nos proporciona ya otras fuentes de energía, bastante más limpias, éstas son las que se obtienen del sol, el viento, el calor procedente del interior de la tierra, las mareas, la biomasa, etc., en definitiva, las llamadas renovables. Ya existen estudios serios de como sustituir nuestro consumo energético y basarnos 100% en renovables, este es uno de ellos : energia 3.0